sábado, 3 de julio de 2010

Las traducciones y la globalización

Es un hecho que vivimos en una sociedad cada vez más globalizada. Esto sucede por una parte por los movimientos de población a través de las fronteras y por otra por la apertura de los mercados que favorecen el comercio internacional. Es verdad que ya en la antigüedad ya existía una cierta globalización, piense por ejemplo en la ruta de la seda o en las masivas migraciones a América, pero en la actualidad este proceso tiende a acentuarse, tanto en el número de contactos lingüísticos como en el porcentaje de la población que acepta la movilidad internacional como estilo de vida.

Por poner otro ejemplo, piense en el flujo migratorio existente hoy en día con destino España. Esto sumado a la creciente internacionalización de la economía, ha dado lugar a que constantemente se requieran los servicios de traducción para todo tipo de actuaciones, tanto de sistemas automáticos de traducción como de traductores e intérpretes profesionales.

Así, la evolución del mundo tiende a un modelo multilingüe en el que multiples idiomas conviven simultáneamente a todos los niveles, y no un modelo monolingüe en el que un idioma pasa a ser por el contrario el idioma dominante. Este modelo multicultural fue oficialmente reconocido por la Unesco con la ''Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales'' en el 2005.

Traducciones y globalizacion

Estos hechos resaltan la importancia de conocer varios idiomas, o, en todo caso, las labores de los traductores e intérpretes. Por una parte están los sistemas automáticos de traducción, propiciados por los grandes avances en las tecnologías de la información, pero sin llegar a poder sustituir la figura del traductor humano. Y es que en ciertos casos las traducciones automáticas no presentan la calidad suficiente para comercializar un producto en un determinado país (como se puede ver en muchos folletos de instrucciones de productos importados), o nunca llegarán a tener una validez oficial que permita la aceptación de documentos requeridos por parte de ciertos organismos administrativos (embajadas, juzgados, administración, entidades educativas...).

En este sentido se abren tres grandes frentes en los que los traductores humanos cobran una importancia fundamental de cara a la tendencia a la globalización:
  • Traducciones juradas: Estas traducciones presentan el sello oficial de un traductor jurado y por tanto tienen validez ante los organismos públicos. Cada vez se requiere un número creciente de traducciones juradas debido, por ejemplo, a la adquisición de empresas extranjeras, búsqueda de trabajo en otros paises, compra de propiedades en zonas turísticas por parte de extranjeros (en Valencia, Barcelona...)
  • Traducción y localización: La idea de que la traducción es un proceso pasivo no es sino una ilusión de óptica. En realidad, las traducciones van acompañadas por un conjunto de transformaciones del contexto que engloba la traducción, como puede ser la cultura o ámbito al que va destinada. Piense por ejemplo en una página web: sus contenidos no pueden ser los mismos cuando van destinados a un público español que a un público sudamericano.
  • Interpretaciones: A pesar de que en el mundo técnico el inglés tiende a ser el idioma más ampliamente utilizado, en otros ámbitos se tiende a un esquema menos restrictivo y en muchos casos se producen encuentros de un grupo de empresarios o personas sin un lenguaje común. Aquí entra en juego la labor de un intérprete que se encarga no sólo de traducir, sino también de comunicar entre los participantes.

A pesar de las múltiples protestas que suscita la globalización, ésta es la tendencia del mundo actual. Una tendencia que resalta la importancia de los traductores en ciertos casos que, como hemos visto, no son accesibles para los sistemas de traducción automática.

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