Los notarios hacen todo tipo de documentos públicos, entre los que destacan las escrituras públicas y las actas notariales.
En muchos casos es necesario realizar una traducción jurada de una escritura pública o de un acta notarial. Un caso habitual viene dado cuando una empresa española participa en un concurso en un país extranjero, en cuyo caso es necesario presentar la traducción jurada del acta de constitución y/o de sus estatutos. Otro ejemplo son las ejecuciones de herencias de un familiar en otro país.